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MATERNIDAD

La mala madre en cuarentena más homescooling

¿Cuántas veces al día te llega el pensamiento, de qué mala madre eres?

Muchas madres nos sentimos “malas madres” y mayormente estos días, donde tenemos a los hijos en casa y entonces sentimos que “debería” jugar más con ellos, cocinar, hacer manualidades, enseñarles cosas más educativas…. O nos sentimos culpables por permitirles que pasen más tiempo viendo televisión o utilizando la tableta… A lo largo del día nos vamos sintiendo cada vez la peor madre del mundo haciéndonos sentir mal con nosotras mismas, dejando un sentimiento de no ser lo suficientemente buenas.

Lo que es una realidad es que estamos viviendo una situación mundial bastante pesada, debemos tomar precauciones más extremas como el aislamiento social, el encierro en casa 24 x 24 por algunas semanas y no sabemos con certeza cuánto tiempo realmente nos tendremos que quedar así. Por lo que las redes sociales son principalmente nuestro medio de comunicación con el mundo entero (familia, amigos, compañeros, trabajo…), y también es un medio de distracción para no volvernos del todo locas y tener contacto con otros adultos, recibiendo y ofreciendo consejos, tips, propuestas, orientación, asesorías, juegos, actividades….

Este encierro recomendado a nivel mundial para prevenir y conservar la salud, nos puede generar un montón de emociones y que se van mezclando y que incluso podemos no comprender del todo, pero con la intención de nuestro bienestar y el de nuestra familia.

Sumamos todo esto con la presión que nos están metiendo las escuelas de nuestros hijos para continuar con el programa escolar y que no se vean afectadas las calificaciones de los niños.

La realidad es que hoy en día la mayoría de nosotras nos sentimos con una sobre carga emocional, psicológica y física, muchas mujeres han de seguir trabajando, hay algunas que no pueden quedarse en casa y deben seguir saliendo hacia sus centros de trabajo, otras haciendo homework y encargarse de las tareas domésticas.

Hablando de la delicada pero ardua tarea de la contención, educación, atención y cuidado de los hijos se suma la gran carga hacía la maternidad, ya es demasiado como para sumarle el estrés de cumplir con las expectativas sociales que se esperan de las mujeres porque seguimos con el paradigma de que la mujer puede (debe poder) con todo.

El ideal de la mujer perfecta ha sido a través de los años imposible de alcanzar, nunca es suficiente y ahora debemos llenar el de “la mejor madre en cuarentena”, vemos a las madres compartiendo tiempo con los niños, alimentándose saludablemente, ejercitándose dentro de casa, haciendo grandes manualidades… y volteamos a nuestra realidad dónde nos encontramos bastante lejos de conseguir ese “ideal”.

Yo creo que es más importante conectar con nosotras mismas y con nuestros hijos, ir a nuestro propio ritmo como familia, enfocar nuestra energía en lo que sí queremos y podemos hacer, no auto exigirnos ni mucho menos auto explotarnos, estamos pasando por una etapa de mayor crisis dónde todo es incierto, las falsas creencias, los miedos, el desconocimiento a lo que vendrá hoy ocupan el mayor espacio dentro de nuestra cabeza. Nos encontramos con muchos casos de personas en crisis de ansiedad, nuestros hijos están pasando por una etapa complicada de acomodación interior pero también exterior, nada es lo que era y nada regresará a ser lo que fue, se enfrentarán a un nuevo mundo, a una nueva etapa cuando por fin logremos regresar a nuestras actividades pausadas.

Nos dicen que es momento de hacer el ahora más famoso homeschooling, tenemos un montón de diferencias sobre esto.

Para las familias que hacen homeschooling, esta decisión para comenzar se tuvo que tomar en familia, se estudiaron las alternativas, las formas, se busca información legal, etc., por lo que hubo un proceso, un análisis, una organización con meses incluso años de planeación, es un compromiso que se adquiere de forma consciente y sobre todo voluntaria. La educación en casa se distingue por la idealización sobre ir al paso de los niños, tomando en cuenta que cada uno es diferente con habilidades, desarrollo y formas de aprendizaje individuales ya que impacta directamente con la dinámica familiar y de esto estamos conscientes que depende lo más importante del desarrollo del ser humano. La educación en casa no se basa ni se mantiene dentro de casa única ni exclusivamente, está educación lleva a la investigación, el contacto y conocimiento apoyado en bibliotecas, museos, centros, etc. Los niños no son aislados del mundo social, comparten con otros en clases y actividades recreativas para facilitar y complementar de esta forma la parte social de la que todos dependemos como individuos.

Por eso me suena tan ilógico que los colegios nos digan que debemos hacer homeschooling con nuestros hijos durante esta cuarentena, las condiciones son completamente desfavorables para poder llevarlo a cabo. La educación en casa implica cierto conocimiento y planeación previa que hoy en día no tenemos, compromiso, consciencia y madurez para conseguir mantener la calma y la paciencia con cada uno de nuestros hijos, pero lo más importante es en estos momentos mantener y contener las emociones de ellos mismos ya que su vida de repente se movió sin previo aviso, mantenerlos en casa encerrados sin poder convivir con sus compañeros, sus amigos, sus primos, etc., todo es diferente ahora, por lo que en estos momentos debemos enfocar nuestra atención en mantenernos en calma ante la situación de la pandemia que estamos teniendo.

Algunos padres me han reportado cambios en la conducta y emociones de sus hijos, se sienten asustados, tienen miedos, crisis de ansiedad, mayor descontrol emocional reflejado en más berrinches, enojos, gritos, les cuesta dormir y/o tienen pesadillas constantemente.

MATERNIDAD IDEAL

Entonces yo me pregunto ¿no es ya suficiente el cambio radical de actividades, la permanencia y encierro por el que estamos pasando como para además sumarle la presión escolar?

Claro sin tomar en cuenta tantas otras variables que conlleva cada familia como por ejemplo que no es lo mismo intentar llevar las actividades y el programa educativo cuando tenemos un hijo que cuando tenemos más de uno, etc.

En estos momentos de crisis la recomendación es estabilizarnos y conectarnos emocionalmente y entonces estabilizar y conectar con nuestros pequeños, llevar con calma y al paso de cada uno algunas actividades escolares, pero que no les generé más carga, no son la prioridad, es más recomendable que lleven un proceso de juego libre, un poco de juegos de mesa, hacer un poco de baile, manualidades que gusten… Todo esto pensado e ideado de forma individual al caso de cada uno de nuestros hijos.

Y como mamás sentirse más tranquilas y dispuestas a compartir estas actividades de forma divertida y pacífica, si notas que no puedes, tranquila, respira profundo y repítete “está bien” está bien no poder con todo, lo intentaremos en otro momento antes de caer en la impaciencia y que se generé un ambiente estresante o violento.

Sabemos que es muy cansado estar en casa, un cerebro y un cuerpo cansado nos genera estrés lo que nos impidirá neurológicamente ser productivos, conectar emocionalmente, estar mucho más agresivos y a la defensiva de lo normal.

¡Recuerda que esto también pasará!

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